jueves, 10 de abril de 2014

No eres la misma, no gritas a las piedras como antes. Tu melancolía se ha vuelto un laberinto de emociones cruzadas. Los atardeceres de abril son grises, los recordaba anaranjados, se fueron al igual que las gaviotas de tu tejado. Estas cada vez mas lejos de ser feliz, lo notas. El ahogarte te dolería demasiado sin embargo, son tus únicos pensamientos cuando el corazón se siente así, te falta el aire y las lágrimas se acumulan en tus ojos.
No te toman enserio y no encuentras una razón lógica a las continuas mierdas que te suceden día a día, a los continuos desengaños a los que te enfrentas y acabas de empezar a vivir...
¿Qué será lo siguiente?